sin firma
CARLOS BARBARITO,
POETA EXPERIENCIAL(1)
Sobre Poesía
quebrada, Ediciones
Mano de Obra, Buenos Aires, 1984.
Más allá de la anécdota, el sentimiento y el paisaje, para Carlos
Barbarito la poesía tiende a ser experiencial y también meditación
metafísica. El hecho casi llama más la atención por la juventud de
Barbarito, de fina cara adolescente y aire golondrinero.
A nosotros, nos pareció siempre un poco hijo de Baudelaire. Lo que no es
decir poco. Difícilmente para Barbarito la poesía sea un hecho hedónico.
Dolores y angustias pueblan su morada de voces y silencios.
Barbarito publica frecuentemente, aunque casi siempre en volúmenes
breves de páginas pero densos de contenido. Acaba de aparecer Poesía
quebrada con el sello Ediciones Mano de Obra, de Buenos Aires. Desde
este lugar de la nor-pampa mantiene fértiles vínculos con poetas de las
jóvenes generaciones de la Argentina y otros países de América.
Barbarito, entre otros rasgos, tiene un apretado poder de síntesis y un
lenguaje ceñido, casi desnudo y filoso como una espada. Sabe que es una
debilidad de los poetas, además de las orfebrerías verbales y de los
abalorios de los adjetivos, de ser criaturas demasiado llenos de
palabras, según el decir del Esopo de Figueiredo.
A veces le bastan tres versos para fijar un destino. Hay otros versos
que tienen la brevedad y profundidad de los mejores hay-kays japoneses.
El amor, la muerte, el sentido trágico de la vida, son los temas del
poeta, para quien dicho está lo del Eclesiastés: Quien añade ciencia,
añade dolor.
La gaya ciencia, como nenúfar, crece en el barro del dolor.
© Publicado sin
firma en el diario "La Opinión" de Pergamino, Buenos Aires, el 10 de
julio de 1984
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Carlos Barbarito
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