Víctor Bustamante Cañas
prologo de Amsterdam
Carlos Barbarito posee una voz, y cuando uno se refiere a una voz
no es un decir como algo gratuito, un mero cumplido. El escritor
no da concesiones, entrega la verdadera misión del poeta que es
reconstruir su visión del mundo.
En Ámsterdam confluyen todos los ríos, las calles y los desmadres.
Ámsterdam es una suerte de poema-río, que se ríe y cuestiona, pero
también es el desencanto y es la poesía misma en su estado puro.
Elliot, Duchamp, Spinoza, Ahab, Mariane Moore, Robert Lowell,
Avicena son las voces que le hablan y nos hablan y son presencia
junto a esa sentencia final de Oscar Wilde; se constituyen en la
parsimonia del canto, en ese dialogo entre quien escribe y quien
sabe que en esas voces ha erigido su memoria para la construcción
de su poesía. Lo importante es encontrar la expresión, diría el
esteta.
En el poema poco a poco nos vamos abandonando hasta concluir: "todo
es tiempo), nada dura y hay siempre un límite; / somos playa y la
playa no sobrevive."
Definitivamente Ámsterdam es un gran poema y un palimpsesto.
.©
Víctor Bustamante Cañas 2004
Reactiones:
libro de visitas o
Carlos Barbarito
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